lunes, 29 de abril de 2013

Crónica de la Rock&Roll Maratón Madrid 2013

Son aproximadamente las 7:20 de la mañana. Escucho movimiento en casa. Mi primo se está preparando. La salida es a las 9:00. Yo no puedo volver a dormirme, quizás por los nervios, quizás porque Pablo (4 años) decidió a las 8 que ya era hora para que nos despertáramos todos.
¿Porqué estaba nervioso? Yo no iba a correr los 42km. Ya había quedado con el grupo de 4 valientes en que los esperaría en el km27 y acompañaba los últimos 15km hasta meta.
Salgo de casa dirección casa de campo, con una hora de adelanto, por sí acaso... Paso por el km31 y veo a un grupo de 8-10 maratonianos pasando a poco más de 1:30 horas del inicio de la prueba. Después me enteré que eran los que disputaban la décima plaza.
Ya estoy situado en el km27. El frío (mayor del que esperaba) es soportable dando saltitos al ritmo de la banda de rock que estaba al lado.
Mi referencia era buscar 2 gorras blancas.
Después de una hora mirando y mirando los veo. Empezamos a correr, saludo a todos, le dejo mi abrigo a nuestro apoyo en bici. Pregunto que tal van y la verdad es que los vi bastante bien. Con 27km en las piernas y sabiendo que solo faltaban 3 para una nueva frontera, (mi primo no había corrido mas de 30km seguidos) supe que la maratón la terminarían. El cómo era la incógnita.
A partir de ahí me intenté encargar yo de los avituallamientos. Para evitar cambios de ritmo innecesarios. Gel, agua, powerade, barritas... Había que sacar energía de donde fuese.
En el km30 nos encontramos con mis tíos y otra de mis primas, que siguió con nosotros los 500m de una cuesta infernal. Animando, empujando, como todo en mundo a lo largo del recorrido.
Inyección de energía.
Terminamos la cuesta y recuperamos piernas, bajamos el ritmo prácticamente un minuto y medio. Soltar piernas y dejarse llevar en la bajada, sabedores de que a partir de ahí todo era subida.
En ningún momento intenté marcar ritmo yo. Sólo me limitaba a ir al lado de mi primo, ya no estaban los 4 juntos, pero yo tenía algo claro. No me iba a separar de él.
Psicológicamente a partir del km30 en una maratón lo llaman el muro. Nos lo recordaron unos con un cartel que animaban diciendo "no hay muro". En tu cabeza ya sabes que has hecho 30km y que todavía te faltan otros 12... Es duro, pero nosotros manteníamos un buen ritmo.
De vez en cuando miraba de reojo a mi primo, ya corría con la mirada perdida, estaba sufriendo. Pero no iba a dejar que parase, eso hubiese sido un error.
Miraba alrededor y veía de todo: yonkis del réflex que gritaban con dolores musculares pidiéndolo a los voluntarios, corredores sentados en la acera lesionados, gente que paraba y seguía caminando... De todo.
Km37. En mis piernas tan solo 10km y a un ritmo bastante cómodo. Miro el reloj y los hice 12 minutos más lento que mi mejor tiempo en esa distancia. Me daba igual, hoy no era un día para hacer tiempo.
Km38. Otra inyección de energía. Ahí estaban sus hijos (mis primos/sobrinos) y su mujer (mi prima) con su hermana.
Veo sonreír a mi primo.
Sólo, tan solo quedaban algo más de 4km. Lo iba a conseguir.
Km40. Las zancadas cada vez más cortas... vamos!!! Vamos!!!! No falta nada!!! Vamos muy bien!!! No pares!!! Vamos!!! El parque del retiro esta aquí mismo!!!! Vamos!!!!!
No quedaba nada! Y esta vez era verdad. Giramos a la derecha y entramos en el retiro. Últimos 500m lo tienes primo! Lo vas a conseguir!
Yo estaba advertido de que posiblemente por no tener dorsal, antes de la línea de meta me iban a parar y sacar fuera.
Tanto el culpable del reto maratón como yo, íbamos sin dorsal y teníamos dos planes. A y B.
Plan A: levantarte la camiseta como si te estuvieras secando el sudor para que no puedan ver que no tienes dorsal.
Plan B: Spring.
A 300m se pone uno de estos delante mío y me pregunta donde esta mi dorsal. Le digo que se me había caído... "Si, ya y a mi también" dijo él.
Me iban a sacar fuera y no iba a poder entrar en meta con mi primo. Que hago? Plan B!
Lo esquivo y empiezo a correr como si hubiese robado, o esa es la sensación que yo tenía, después de 15km no había mucha más potencia...
Pues el tío salió corriendo detrás de mi y me cogió del brazo y me echó fuera, mientras escuchaba a mi primo: "dejalooooo que me lleva acompañando toda la carrera!!! Dejaloooo"
No se de donde saco la fuerza para gritar de esa manera...
Los que me conocen saben que hago lo que quiero y sino lo intento... Sigo corriendo por detrás de la valla y a unos 50m después del que me pillo la salté y volví a unirme a mi primo.
Camiseta en la cara que habían más voluntarios de esos y pasamos el corte. 50 últimos metros. Lo había conseguido. Grande mi primo grandísimo!!!
Abrazos, sonrisas, emoción.
Avituallamos, recogió la medalla y fuimos al ropero, hacia bastante frío y había que ponerse ropa seca.
Tiempo total: 4:09 horas.

sábado, 23 de marzo de 2013

Estoy aquí para lo que necesites.

...


...


Que difícil es escribir cuando quieres desahogarte y no sabes como empezar...
Seré claro...


No estoy preparado para algunas situaciones... Puedo llegar a creerme que no he madurado.
Que se dice en estos casos?
Que debes hacer cuando te enteras de esa noticia?

Hoy he sido testigo de un momento complicado. La chica más alegre que conozco estaba apagada. Y con motivos. Su Aita, su padre, se ha ido, tras una larga batalla contra su enfermedad, ésta le ha ganado.

Sólo me vienen tópicos a la cabeza para decirle algo, lo siento, ánimo, como estas? (Esta pregunta debería estar prohibida en estos casos)...

He de reconocer que he pedido consejo. Hacia mucho tiempo que no hablaba con mi tía y madrina, pero hace poco me llamo, para motivarme, para contarme, para decirme que mi familia esta pendiente de mi. Que no se me olvide. Que se acuerdan de mi aunque no vaya por allá...

Le he escrito para decirle que se hace en estos casos...
A mis 25 años me siento un niñato cuando hay que enfrentarse a temas tan serios y es que a nadie le gusta este tipo de situación...

"Estoy aquí para lo que necesites"

Es lo mejor que supe decirle...


Fuerza campeona. Muchísima fuerza.

Y repito.

Estoy aquí para lo que necesites.

sábado, 9 de marzo de 2013

Ponlo más fuerte para que no se borre.

13 de Noviembre. Como cada martes, G salió de trabajar a las 20:30 con su jefe, pero ese no era un martes cualquiera. Era su cumpleaños. Había organizado una cena con varios amigos para celebrarlo y tomar algo después, así que su jefe eligió un restaurante por la parte vieja, donde están todos los garitos de copas, para no tener que movernos mucho y quedamos allí todos o eso creía Él...
Callejeando, deciden entrar un momento al baño, curiosamente al Bar que solía frecuentar, así que G espero fuera. Su jefe esperaba que lo siguiera y al ver que no lo hizo, retrocedió y le dijo "puedes entrar". G entró y allí se encontró con todo.
SORPRESA!!!
Le habían preparado una fiesta por su cumpleaños.
Estaba en una nube. Más de 20 personas se habían molestado en estar allí para celebrar su cumpleaños, era su día y se sentía protagonista.
Y derrepente apareció ella. Normalmente no trabajaba un martes, pero sabía que le iban a hacer la fiesta a G y no quería perdérselo. Eso le dijo. Una sonrisa tonta se dibujo en su cara. No podía pedir más.
Chupito juntos, copa y cervezas y derrepente S le coge el brazo y le apunta su número en todo el antebrazo con ese boli con el que tantos bigotes le había dibujado en el dedo cuando venía de alguna fiesta temática...
G no se creía que por fin tuviese su número. Siguió allí atendiendo a sus amigos, abriendo regalos, bebiendo, bebiendo y bebiendo, pero en un momento G volvió a la barra, llamó a S y le dijo: "ponlo más fuerte para que no se borre".
El garito cerró y G supo irse a casa en el momento adecuado, dejando a sus amigos en otro bar que cerraba más tarde. Una noche muy especial, un día inolvidable.
Durmió como un bebe y lo primero que hizo al despertarse fue mirarse el antebrazo. Allí estaba, no se había borrado y la sonrisa le duró toda la mañana.
Un pasito más, un poco más cerca.

Continuará...

jueves, 7 de marzo de 2013

Y así la conoció

Entró al bar que solía frecuentar con unos amigos. Se dió cuenta pronto que había algo diferente al resto de los días que iba a ese sitio. Era ella, detrás de la barra. Sin pensárselo demasiado se acercó a la barra y le dijo hola. Ella, con una sonrisa contagiosa, le respondió muy simpática. Posiblemente pasaron unos segundos antes de volver a articular palabra. Era su sonrisa la que le impresionó. Cuando sonreía se le achinaban los ojos, es por eso que no supo hasta mucho más tarde que tenía los ojos verdes.
Él le dijo: "oye, eres nueva verdad? Suelo venir mucho por aquí y no te había visto antes..." "Si, empecé hace poco" le dijo ella. "Me llamo G" le dijo él. "Yo S" le respondió y le puso una copa.
A partir de ese día y durante varias semanas, lo primero que hacia G cuando iba a ese bar, era saludarla.
Le encantaba esa chica, pero no sabía que hacer para decirle que quería conocerla. Una chica como ella, que trabajaba en un bar de copas, debería estar cansada de que se le acerquen babosos para adularla y meterle fichas...
Quizás llegue el momento pronto. Paciencia. Mientras tanto G se conformaba cuando ella le dedicaba esa sonrisa tan especial y se sentía satisfecho cuando conseguía hacerle reír.

Continuará...

viernes, 1 de marzo de 2013

Es difícil volar cuando esperas la caída...

Eso dice la primera frase de una canción de Maldita Nerea.

Posiblemente ahora este pasando por los peores momentos, económicamente hablando, de mi aventura por la península. Y no me agobia el día de hoy, ni el de mañana, sino que pasará en Julio. Porque si no consigo un trabajo que me permita mantenerme, tendré que volver a Tenerife y sinceramente, eso no es lo que quiero.
Mis padres me cortan el grifo y desde que he estado aquí, siempre he tenido algún trabajo que me permitía tener una vida mas cómoda en Donosti, cuando digo cómoda digo, fiesta, caprichos, alguna comida fuera, alguna escapada de fin de semana... Pero en cuanto acabe este mes, me quedo sin sueldo extra y hasta Julio estaré Malviviendo si no tengo trabajo y en Julio tendré que hacerme las maletas y volver a mi Isla.

Esta fue la parte dramática y pesimista.

Ahora les cuento mi punto de vista. El titulo de la canción es "La respuesta no es la huida". Y por supuesto, marcharme de aquí es mi ultimísima opción.
Estoy moviendo el culo echando currículum por todos lados y soy optimista. Espero encontrar trabajo y lo voy a encontrar. No voy a parar hasta que lo consiga. No me quiero ir de aquí.

Así que si es verdad que es difícil volar cuando esperas la caída, pero que bien se vuela cuando solo piensas en conseguir lo que quieres, porque al final, si lo piensas mucho, lo consigues.

Buenas noches mi niña!

sábado, 23 de febrero de 2013

Las chicas pillan cuando quieren...



Esta es una de las frases que más suele salir de la boca de un chico. Y tengo que reconocer que yo la dije alguna que otra vez, quizás por haberla escuchado en alguna ocasión y no parecerme un mal refrán, pero hoy he sido testigo de la veracidad de esta frase.
También hay un dicho que asegura que en el país vasco no se folla.
Bueno, quizás tengas que profundizar más en el asunto en cuestión para conseguirlo, pero este dicho no es del todo cierto. No folla quien no se lo curra.
Si sumamos estos dos refranes llegamos al momento que yo quiero explicar.
Un antro de mala muerte, 2 de la mañana. Entran dos chicas solas y mis dos amigos las ven. Uno de ellos se acerca y empieza a hablar con las dos. Pasan 5 minutos y se acerca el otro. Cada uno ya eligió a la suya y se quedan hablando con ellas. Me voy al baño y al volver ya están los cuatro a lo suyo...
Estés en el país vasco o en Canarias, si una chica sale con ganas de conocer a alguien, lo hará.
Eso si, también tengo que decir que nunca lo vi tan fácil como esta noche, pero yo me voy tranquilamente solo a casa y muy contento.
Algún día contaré porque :)
Buenas noches, buenos días o buenas tardes... Por sí alguien me lee

sábado, 16 de febrero de 2013

¿Que es felicidad?


Sinceramente no creo que se necesite tener de todo para ser feliz. Personalmente me vale con un gesto, una noche, un día, un chiste, para sentirme afortunado... Probablemente estoy sonando demasiado optimista, pero una vez leí en un libro que eres lo que piensas y desde entonces he intentado seguir ese consejo y la verdad es que no me ha ido del todo mal. Por supuesto no te va a caer del cielo un aprobado o un millón de euros por pensar en él. Hay que hacer algo para conseguirlo, pero está demostrado que pensando en ello, es más fácil llegar a ello.
Escribo después de un montón de tiempo, quizás por miedo a ver la pantalla en blanco, quizás por no saber como empezar de nuevo... Empecé este blog creyendo que sería capaz de escribir semanalmente contando mis experiencias por la península y como casi todas las cosas que me propongo, se quedó en saco roto, pero como en muchas de esas cosas que me propongo, no me olvido del todo y aunque las deje semi-abandonadas, llevo tiempo queriendo retomarlo y derrepente me he sentido inspirado y no he sido capaz de parar de escribir.
Estoy escribiendo de camino a casa casi a las 4 de la mañana con el móvil. Quizás porque no me vea capaz de hacerlo al llegar a casa o quizás porque si no lo hiciera ahora volvería a pasar un año hasta que actualizara mi blog.
Volviendo a lo que quería contar, escribo desde donosti después de volver de mi isla para pasar los carnavales como en estos últimos 5 años he intentado. (3 de los 5 que llevo aquí he podido ir). Esta vez fui con compañía. Mis dos compañeras de piso italianas, con las que vivo este año, una compañera de la universidad y un buen amigo que hice este verano. 
Probablemente hable de lo que paso en ese viaje, pero ahora solo diré que a pesar de que me lo pase increíblemente bien, me fui bastante decepcionado (familiarmente hablando). Ahora no es momento de hablar de esto. Lo explicaré otro día.
A lo que iba... Quizás sea por esa decepción o falta de afecto que quizás haya merecido por mis resultados del cuatrimestre, pero ahora aprecio la más mínima muestra de cariño. 
Por eso pregunto que es la felicidad.
 Porque para mi ahora mismo, felicidad es cenar con dos compañeros de la universidad que ahora ya no ves tanto y pasar una noche tranquila riendo y bailando juntos como tres marujas viendo y comentando los locos que nos rodean.
Con cosas como esas sonrío porque sé que no me he equivocado quedándome aquí.
Después de todo este discurso, que bien voy a dormir hoy...

Buenas noches!!!